domingo, 7 de agosto de 2016

¿Hasta dónde llega la contaminación social?

¡BUENOS DÍAS!

Inaugurando el deseado agosto, entramos en pleno esplendor del verano y como tal debemos exprimirlo al máximo.

Siento la ausencia de estas semanas pero hay ocasiones en que las vacaciones son más que merecidas y más que necesarias, sé que me entendéis. 

Esta semana me gustaría tratar un tema de gran interés y que como ya sabéis me apasiona, como es hablar de la sociedad desde distintas perspectivas y abordando diversas temáticas con la finalidad principal de inducir a la reflexión y a la capacidad de crítica.

La sociedad en multitud de ocasiones ejerce presiones directa e indirectamente con todos los individuos, hay veces incluso que tanta es la presión que las personas se machacan unas a otras, transmitiendo estas "obligaciones" y al fin y al cabo coaccionándose unas a otras, ¿con tal de qué?

De cumplir en teoría unas imposiciones sociales, fieles a la época y al momento presente y que han calado tan hondo en los individuos que parece ser que no hay otra alternativa. En cada momento son unas, en la actualidad serían el materialismo, la estética, el individualismo, la revolución tecnológica cuyo impacto ha afectado a todos los ámbitos- en algunos casos terriblemente-, el todo vale y la tontería más acérrima derivada en el denominado postureo, hay más, por supuesto, pero sin duda están son las más destacadas.

Para empezar diré y recalcaré, que todas las personas somos libres, tenemos todo tipo de libertades recogidas tanto en la Declaración de los Derechos Humanos como en nuestro caso en la Constitución de nuestro país, libertad de pensamiento, de sentimiento, de elección y de acción, siempre y cuando no se invada la libertad de otro sujeto por supuesto. Y esto lo digo porque pese a que es una gran obviedad, hay veces que se nos olvida que somos libres y por ello, debemos y tenemos que hacer lo que nos plazca, lo que nos motive, nos llene o nos realice como personas, sin importar si eso es correcto o ha pasado el filtro social.

Vivimos en una continua contaminación social que nos intimida, influye y perjudica en torno a las diversas imposiciones sociales existentes. Estamos ahogados en una espiral de estímulos externos bastante propensa a la distracción y el entretenimiento.

Últimamente he estado observando, hablando y reflexionando y encuentro a gente muy agobiada, porque no sé si es que quieren correr demasiado o es la sociedad la que nos empuja a llevar este ritmo de vida tan frenético y acelerado que solo consigue generar altas expectativas que en la mayoría de los casos terminan frustradas y con una desolación y anhelo de conseguir la siguiente, aún exhaustos por no haber conseguido o disfrutado la anterior.

Y les diré que no hay que ni correr tanto ni someterse a los cánones sociales para ser felices, tan solo liberarnos de todo e intentar ser nosotros mismos, con nuestros más y nuestros menos, pero que prevalezca nuestra esencia por encima de todo, que es lo más preciado que tenemos.

Debemos aprender a vivir más libres, sin tantas cargas ni convencionalismos sociales, da igual si no tenemos cosas materiales o si no podemos permitirnos el último modelo del diseñador o la tienda en cuestión, es indiferente si no podemos hacer ese viaje con el que nos bombardean multitud anuncios, bloggers o influencers por la red. Lo que verdaderamente importa es que estamos vivos y tenemos un día más para poder disfrutar de nosotros mismos, de nuestra gente y de nuestro entorno, conectar con la naturaleza, disfrutar de una cena en buena compañía, de un libro o de una película...o simplemente de que somos nosotros y tenemos capacidad para cumplir nuestros sueños, puros y sin filtros sociales, con la esencia personal única e inigualable.

Por eso lo mejor ante tanta imposición y presión social, es que seamos libres interiormente, que actuemos en consonancia con nuestra mente y corazón es fundamental. Y sobre todo que no nos dejemos influenciar por las convenciones sociales tan arraigadas desde hace siglos y que tanto quebraderos de cabeza han dado. Más personalidad y menos arrastre por favor, seamos libres, tan libres como podamos, pero al menos intentémoslo.

Disfrutar mucho y ser muy FELICES =)

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