miércoles, 17 de junio de 2015

Una Danza que atrapa y fascina frente a un Flamenco que seduce y enamora

BUENOS DÍAS!!!


El calor parece que al fin ha llegado con fuerza y ha irrumpido en el mes de junio, por lo que podemos decir que el verano está a la vuelta de la esquina y eso conlleva que las vacaciones también.¡Qué ganas!

Disculparme por estos días que he estado sin actualizar pero el trabajo y el máster me quitan casi todo el tiempo del que dispongo y la rutina diaria no me deja apenas hueco para poder escribir.

Pero hoy vengo con un post más que especial, os traigo una crítica del espectáculo de Alento y Zaguán del Ballet Nacional de España que estará en el Teatro de la Zarzuela hasta el 28 de este mes. Antes de comenzar os animo a ir a verlo encarecidamente pues es toda una obra maestra que merece ser vista al menos una vez.


El pasado viernes 12 de junio tuve la gran oportunidad de acudir al esperado estreno del nuevo trabajo del Ballet Nacional de España, "Alento y Zaguán". Los que somos apasionados del mundo de la danza y del flamenco y en especial del propio Ballet Nacional estábamos esperando como agua de mayo que se abriera el telón y comenzará la nueva función dancística.

En primer lugar me gustaría estructurar la obra y dar unas pinceladas previas; dividida en dos piezas totalmente antagónicas en todos los sentidos, se podría decir que es un doble programa de danza española y flamenco, muy sorprendente y cautivador, que promete no dejar indiferente a nadie. Por ello es conveniente tratarlas y analizarlas de manera individual ya que no admiten comparaciones.
La primera parte, Alento creada y coreografiada por el Director del Ballet Nacional, Antonio Najarro, es una arriesgada apuesta dancística en la que combina una sólida base de danza española con referencias a distintas disciplinas tanto del ballet clásico que cobra protagonismo en el paso a dos denominado "Luz", como de la danza contemporánea y moderna que alcanza su máximo esplendor en la magistral y extraordinaria pieza de "Acecho", interpretado por brillantes bailarines.

Alento es un sorprendente trayecto lleno de giros inesperados y asombrosos que desde el "Origen" consigue atrapar y fascinar a los espectadores, los transporta de lleno al escenario y los hace bailar interiormente


Hay inferencias y guiños a distintos registros como el jazz y el blues e incluso se distinguen claramente alusiones al género de los musicales o los cabarets, tanto por la inclusión de elementos tan característicos como los taburetes o la colocación, movimientos y ejecución de los bailarines.

Desde mi punto de vista, el dinamismo, la originalidad y el punto de inflexión lo aporta una de las protagonistas indiscutibles de la obra, nuestra querida castañuela. Antonio Najarro, ha querido brindarle un privilegiado papel en el que destaca el virtuosismo de la misma sobre todo en la pieza "Ser" en la que la castañuela habla por sí sola y la ejecución técnica es brillante. Y en "Alento" el broche final que cierra y da nombre a la primera parte de un fascinante viaje que atrapa y abre los sentidos, hasta llevarte a la más insigne de las fascinaciones.

La música de Alento ha sido compuesta por un genial Fernando Egozcue que asume también el poder de la guitarra y que es interpretada por la Orquesta de la Comunidad de Madrid, dirigida por Joan Albert Amargós y José Antonio Montaño en días alternos. Solamente añadiré que es una experiencia fascinante el escuchar en el foso del teatro a la orquesta y sumergirte en la interpretación dancística del increíble elenco de bailarines del Ballet Nacional de España que brindan una fascinante y auténtica experiencia.

Mención especial al vestuario de la diseñadora Teresa Helbig, cuyos vaporosos y empolvados vestidos te ayudan a envolverte en cada movimiento. Y sus inesperadas transformaciones de los trajes, como en el caso de "Ánimas" en el que las faldas de cola plagadas de plumas se desatan para dar lugar a un sorprendente y moderno mantón. O en el caso de "Ser" que la bata de cola es un sobrevestido de un precioso vestido verde esmeralda que hace brillar con luz propia a la bailarina solista que lo interpreta. Estas deconstrucciones como si de puzzles se tratara dotan a las piezas de inesperados giros coreográficos. 
Tan solo por poner un pequeño apunte, personalmente hubiese utilizado un abanico de colores algo más amplio y subido de tono para romper con la estética de la propia obra. Concluir destacando la disparidad de tejidos empleados y que casan de forma transgresora y vanguardista, ¡qué bella pareja hacen el cuero y el terciopelo!

Mencionar por último y no por ello menos importante a Nicolás Fischtel y alabar su gran acierto en la iluminación, un excelente aporte que ayuda a escenificar y adentrarse más si cabe en el "Universo Alento".

Alento es una personal e innovadora creación que define a la perfección el bagaje y el estilo artístico del propio Antonio Najarro


La segunda parte de la obra Zaguán, es un arrollador huracán de sentimientos y emociones.
Compuesto por distintas piezas coreográficas creadas por reconocidos coreógrafos del mundo del Flamenco, no sigue una línea argumental pero todo confluye y empasta a la perfección en un recorrido por diversas y enriquecedoras estampas flamencas; 
Marco Flores, ha creado la pieza que inicia el ballet flamenco de Zaguán, unas Seguirillas que tocan distintos estilos, en la que un elevado número del elenco de bailarines muestran distintos contrastes de ese aire tan solemne que envuelve este palo flamenco. El gaditano también ha creado una especial Guajira que sale de su registro femenino para ser interpretado por bailarines, la coreografía es la protagonista indiscutible sin ningún complemento más que el papel protagonista del zapateado y los brazos. 

Mercedes Ruíz ha creado unas preciosas Alegrías con bata de cola para una pareja de bailarines, tiene ese aire tan característico que define a la perfección este palo flamenco. Un juego picaresco que se establece entre la pareja artística que interpretan a la perfección, entre giros y requiebros, idas y venidas, un amor que nace del deseo y la seducción a través del baile. 

La Lupi se ha decantado por unos Tangos en los que ha querido realizar un homenaje al flamenco del siglo XIX y representar ese ambiente de los cafés cantantes, tan caracterizados por el cante y el toque, todo ello lo consigue creando un tablao en la propia casa del personaje protagonista "La Carmencita" y dotando a cada personaje de su carácter y personalidad específica. Un gran trabajo en el que la interpretación de las bailarinas es verdaderamente bueno. Y es aquí dónde el flamenco más puro y racial alcanza su máximo esplendor. ¡Un olé especial a La Lupi por este bello trabajo!

El culmen del espectáculo se alcanza con la pieza magistral de la gran dama del flamenco, Blanca del Rey con su emblemática Soleá del mantón. Un emotivo poema escrito y recitado por la propia maestra flamenca que actúa como preámbulo de la magistral pieza flamenca, en la que literalmente se muestra un paso a dos entre bailarina y mantón. Este accesorio llega a cobrar vida en las manos de ambas interpretes, tanto Blanca como la bailarina principal, Esther Jurado. Blanca del Rey interpretará en días alternos el poema y merece especial atención este énfasis que llega al corazón y embellece los sentidos.


El fin de fiesta llega tras haber alcanzado el máximo clímax con la poderosa "Soleá del mantón" y la despedida por Bulerías "Aire del recuerdo" cierra con poderío flamenco la última estampa


El broche final lo ponen la aparición de Blanca del Rey y la bailarina principal que interpreta la Soleá. La gran dama del flamenco entrega el legado, su más preciado tesoro representado en su "amado mantón" al Ballet Nacional de España y deja consigo el testigo tras su emotiva marcha del escenario. Este momento es tan vibrante que se te encoje el alma, se acelera el corazón y se erizan todos los sentimientos. ¡Hay que vivirlo!

Es el cambio generacional, es la marcha del maestro que deja su mensaje, su sabiduría, su legado en jóvenes y nuevas manos


Especial mención a la creación del guitarrista Jesús Torres,que ha compuesto una maravillosa música que nos hace imbuirnos de lleno dentro de Zaguán. Al igual que el acertado trabajo de los músicos, guitarristas, percusionista y cantaores.

El vestuario de la diseñadora Yaiza Pinillos, que ha creado un cuidado y precioso vestuario de época, con un especial tratado de tejidos y tintes para aportar esa singularidad de colores. Una delicada composición de telas que dan como resultado unos trajes realmente bellos.

La dramaturgia de David Picazo y la iluminación nuevamente de Nicolás Fischtel complementan a la perfección todo un cuadro flamenco lleno de vida, que sin duda seduce y enamora.


Como bien ha afirmado el Director del Ballet Nacional "Alento y Zaguán" es una propuesta personal con la que se quiere dar un nuevo giro estético y estilístico a la compañía española

Desde mi punto de vista lo ha conseguido sobresalientemente, el Ballet Nacional de España derrocha nuevos aires plagados de creatividad y talento.

Disfrutar mucho y ser muy FELICES =)

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La Danza es el espejo del mundo y del alma


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